Porque enseñar a los niños/as a reconocer y gestionar emociones, les permite incrementar la percepción de control sobre aquello que les ocurre y es fundamental para un adecuado desarrollo de su autoestima y autoconcepto. Compartir las emociones con los demás es fundamental para el desarrollo social de los niños/as. La manera más adecuada y divertida de educar en emociones es a través del juego, que les permite ir incorporando recursos que luego generalizara en su vida cotidiana. ¡Vamos a jugar!